El Canal televisivo “Lagranmole”, en el país mexicano (México DF.), nos presenta en un corto video. La historia llevada a cabo hacia el año 1978, con la llegada de los pastores y la transformación de Cali gracias a la palabra de Dios, a la unión y colaboración de todo le pueblo caleño, para una mejor ciudad. La dificultad con que la gente caleña no creía en Dios como respuesta a los problemas del momento (el cartel de Cali) y el asesinato de aquellos que solo querían obrar bien; son los temas a discutir en este texto. La intención de este documental, es mostrar que todo se puede, que la religión mueve masa y provoca cambios positivos para la sociedad, siendo ejemplo la ciudad de Santiago de Cali.
La llegada de los dos pastores, Ruth Ruibal y Julio, fue indicaciones del señor, diciéndoles la necesidad que Cali tenia y ellos eran la respuesta. Llegando a Cali en 1978, y viendo el “estado de oscuridad” que se encontraba nuestra ciudad, y la indiferencia con la misma religión. Los pastores quedaron inquietos con la falta de colaboración entre las iglesias de Cali, esa desunión que aun todavía se ve en nuestros días entre los diferentes y muchos establecimientos religiosos.
Un problema que afectaba a Cali en ese momento fue el cartel de las drogas de Cali, la familia Rodríguez. Los pastores visitantes juntos con los caleños, decidieron tomar iniciativa frente a la situación que se daba, dar una solución y ejercer justicia para poder mostrar que La religión y ese “Dios” pueden dar frutos positivos. En 1995 se celebro la primera reunión, satisfactoria, todo el pueblo caleño se unió en un solo establecimiento y por una sola razón, esta muestra de benevolencia hacia los demás y hacia la misma ciudad, fue un paso importante, ya que en la actualidad todavía en el estadio Pascual Guerrero se siguen celebrando periódicamente esas reuniones, y las personas siguen asistiendo. Resultados des estos actos fue la caída de varios “barones” de la droga, el pueblo colombiano se dio cuenta que Dios si puede y obra con justicia.
La muerte del pastor Julio, en la salida de una iglesia, fue un acto muy drástico y fuerte ante los fieles creyentes y pastores. Pero no fue en vano, dice su acompañante Ruth. En el entierro cientos de seguidores y pastores se unieron en un pacto, para seguir adelante y no dejarse desmoronar por ese hecho. Aquí vemos como la fuerza de la fe y en Dios es tan grande, que sucesos como estos no derrumban la credibilidad de la religión. Después de haber pasado esto, la ciudad de Cali disminuyo su violencia y corrupción. “Ahora miran a la Iglesia como algo que trae cosas buenas”.
Temas como estos no son documentados en nuestros días, la muerte de un pastor que quiso ayudar a nuestra ciudad, no es muy común y menos cuando logra muchas cosas tan importantes, no se sabe si fue por la religión o porque así tenia que ser, pero gracias a eso les dio a los caleños en algo en que seguir creyendo. El documental muestra de forma muy fuerte la realidad de Cali, será como nos miran desde afuera, pero uno que ha vivido mucho tiempo acá, sabe que no es tan fuerte y que también tiene sus cosas buenas, no solo hay que mostrar lo malo.
La llegada de los dos pastores, Ruth Ruibal y Julio, fue indicaciones del señor, diciéndoles la necesidad que Cali tenia y ellos eran la respuesta. Llegando a Cali en 1978, y viendo el “estado de oscuridad” que se encontraba nuestra ciudad, y la indiferencia con la misma religión. Los pastores quedaron inquietos con la falta de colaboración entre las iglesias de Cali, esa desunión que aun todavía se ve en nuestros días entre los diferentes y muchos establecimientos religiosos.
Un problema que afectaba a Cali en ese momento fue el cartel de las drogas de Cali, la familia Rodríguez. Los pastores visitantes juntos con los caleños, decidieron tomar iniciativa frente a la situación que se daba, dar una solución y ejercer justicia para poder mostrar que La religión y ese “Dios” pueden dar frutos positivos. En 1995 se celebro la primera reunión, satisfactoria, todo el pueblo caleño se unió en un solo establecimiento y por una sola razón, esta muestra de benevolencia hacia los demás y hacia la misma ciudad, fue un paso importante, ya que en la actualidad todavía en el estadio Pascual Guerrero se siguen celebrando periódicamente esas reuniones, y las personas siguen asistiendo. Resultados des estos actos fue la caída de varios “barones” de la droga, el pueblo colombiano se dio cuenta que Dios si puede y obra con justicia.
La muerte del pastor Julio, en la salida de una iglesia, fue un acto muy drástico y fuerte ante los fieles creyentes y pastores. Pero no fue en vano, dice su acompañante Ruth. En el entierro cientos de seguidores y pastores se unieron en un pacto, para seguir adelante y no dejarse desmoronar por ese hecho. Aquí vemos como la fuerza de la fe y en Dios es tan grande, que sucesos como estos no derrumban la credibilidad de la religión. Después de haber pasado esto, la ciudad de Cali disminuyo su violencia y corrupción. “Ahora miran a la Iglesia como algo que trae cosas buenas”.
Temas como estos no son documentados en nuestros días, la muerte de un pastor que quiso ayudar a nuestra ciudad, no es muy común y menos cuando logra muchas cosas tan importantes, no se sabe si fue por la religión o porque así tenia que ser, pero gracias a eso les dio a los caleños en algo en que seguir creyendo. El documental muestra de forma muy fuerte la realidad de Cali, será como nos miran desde afuera, pero uno que ha vivido mucho tiempo acá, sabe que no es tan fuerte y que también tiene sus cosas buenas, no solo hay que mostrar lo malo.
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